sábado, 28 de diciembre de 2013

PRESIDENTA BACHELET: VIVIENDAS SOCIALES PARA FAMILIAS MÀS VULNERABLES

Para nadie es misterio que la clave del relativo éxito del próximo gobierno de Michelle Bachelet (MB) con apoyo de la Nueva Mayoría (NM), estará en llevar adelante con vigorosidad lo que pretenda hacer. Debiese moverse desde el anuncio al cómo hacerlo, lo que requerirá menos concepto y mayor persistencia. Esto al menos tener claro el qué, cómo y cuándo, debe estar precisado cumplidos los seis primeros meses de gestión. En ese instante, el país ya podrá hacerse una idea de cómo viene la mano. De lo contrario, puede haber turbulencias.
Y lógico, esto para impulsar los cambios estructurales definidos en el programa de gobierno, es decir, respecto de los tres ejes fundamentales de la propuesta: reforma tributaria, de educación y nueva Constitución.
Pero, además, hay otras necesidades que se deben cubrir adecuada y prontamente. Política habitacional para sectores vulnerables que debe liderar el Ministerio de la Vivienda y Urbanismo (MINVU).
El déficit habitacional en materia de viviendas sociales que aún persiste con cifras que prenden la luz roja. Creemos que, con las actuales políticas que vienen funcionando desde la última década, no es posible reducirlo sustancialmente podría implicar décadas si se persiste en las mismas, debido a la lentitud y extrema burocracia de los programas habitacionales vigentes. Aparte de errores de enfoque y una serie de otros factores que inciden en esa inercia.
El Programa MB/NM que se presentó de forma oficial durante la campaña en materias de ciudad, territorio y vivienda, enumera una serie de acciones y propuestas en diversas áreas, pero no especifica cómo y en cuánto tiempo se lograría. Muchas de ellas, claramente no conseguirían siquiera salvar una primera etapa de estudios, y ya pasaron los 4 años… Por lo tanto, es hora de aterrizar y hacer propuestas concretas y viables de ejecutar en ese breve plazo.
Primero, en lo coyuntural, admitir que existe un antecedente con el cual hay que trabajar o del que no se puede prescindir. Esto es, hay un programa habitacional corriendo, dirigido al primer quintil de ingresos o sea, a las familias más vulnerables, que genera la actual situación de 50 mil subsidios en la calle sin solución, otros tantos subsidios en proyectos paralizados y los nuevos subsidios a otorgar en los próximos cuatro años de gobierno, los cuales carecen de oferta constructiva debido a un monto de subsidio subestimado por la administración vigente. Por tanto, se debe atacar eso de plano.
Segundo, y a partir de esa premisa, lo que se debe hacer es corregir el punto clave del problema: el monto del subsidio actual en torno a las 600 UF es insuficiente para cubrir el estándar de construcción fijado por la anterior y la actual administración –que hemos reconocido como aceptable– y mantener esas condiciones implica incrementarlo en torno a las 900 UF. Grosso modo, para llevar a cabo esta política de shock, hablamos de incrementos cercanos a los 100 millones de unidades de fomento para financiar el ajuste de los 50 mil subsidios sin canje otorgados a la fecha, los subsidios en proyectos paralizados y los nuevos subsidios a entregar en el periodo 2014-18. No es menor la cifra, pero el MINVU deberá entrar a negociar rápidamente con el titular de Hacienda porque el tema debe, sí o sí, enfrentarse: la presión que, a través de protestas frente al MINVU, realizan semana a semana los diversos comités de viviendas en pos de una pronta solución, no es un dato casual. Y lo más seguro, de cara a la expectativa ciudadana que se personifica en la figura de MB, es que, si no se resuelve, estas se incrementarán.
Para lograr lo anterior –incrementar el monto de subsidio y obtener el compromiso de su financiamiento se debiera llegar al 12 de marzo con los textos normativos listos,  incluidas las resoluciones que permitan efectuar las modificaciones para generar el necesario ajuste a objeto que el gobierno y privado actor clave del proceso, ejecute los proyectos sociales hoy urgentes. Obviamente esto implica, además, reducir la burocracia en puntos relevantes del proceso, incluidas revisiones y aprobaciones SERVIU a los proyectos, agilizar el pago a contratistas, inspecciones técnicas de obra proactivas y colaborativas,  lo que se logra con marcos normativos simples y concisos que propicien facultades para resolver los casos cada proyecto es un mundo propio de acuerdo a criterios y mecanismos de rápida aplicación, lo que a su vez implicará hacer ajustes a la operatoria del actual sistema público administrativo que la rige.
Tercero, en materia de inversión real esto es, las líneas asociadas a inversiones específicas del sector vivienda, como inversiones en espacios públicos, vialidades, infraestructura sanitaria y pavimentos participativos, se requiere ampliar el feeling (plazo)de necesidades con todas las autoridades locales, minimizando el feeling con autoridades de afinidad política, esto es, cambiar la práctica de priorizar inversiones a comunas afines políticamente a la administración de turno. Esta apertura la resuelve el Secretario Regional Ministerial de Vivienda en cada Región del país. Como el tiempo es escaso, comenzar paralelamente a presentar y darle forma a un plan general de alcance a mediano y largo plazo. No caer en pretender empezar de cero todo de nuevo. Este plan debiera contemplar todas aquellas ideas e incluso programas impulsados por la actual administración y que todavía se encuentran a nivel incipiente, como la Política Nacional de Desarrollo Urbano que debe aterrizarse, programas para sectores específicos que más lo necesitan y otras nuevas propuestas de inversión multisectorial que no verán luz al término del mandato, pero, al final, ideas país que trasciendan la administración en curso para encaminar a las siguientes.
En resumen, la sugerencia es entrar con vigorosidad a resolver temas urgentes y de alto impacto, como lo son un ajuste de precio a los subsidios de vivienda social que permita disponer de una oferta real para soluciones habitacionales definitivas, priorización de la inversión sectorial bajo una las racionalidad de impacto social y no de impacto político-partidista, además de un enfoque de simplificar la burocracia.
Lograrlo, dependerá no tan sólo de la necesaria mística y entusiasmo de quienes ejercerán cargos de niveles altos y medios, sino que también de la eficacia en obtener un diagnóstico certero del problema y el modelamiento de su solución. Esto requiere de liderazgos con experiencia y conocimiento del negocio, mezclado con la vitalidad que aportan los jóvenes. Al menos exceptuando al o la Ministro(a), de ahí para abajo, es primordial contar con un staff que domine la especialidad. El factor tiempo es vital para el objetivo de echar a andar la máquina, e improvisar con gente inexperta en cargos claves del organigrama institucional, no sería una buena idea… y algo de eso se vio en los últimos años. Aparte, entender que, para obtener resultados satisfactorios y en plazos prudentes, es fundamental contar con el concurso del sector privado, a la postre el ejecutor material de los proyectos, a través de crear vínculos virtuosos en la relación contractual, lo que se traducirá en exhibir esas metas en el corto plazo.
Por cierto, para que la política funcione, es primordial que la autoridad propenda a establecer con fuerza la idea de reducir la burocracia. En ese concepto que, por lo demás, suele ser muy funcional para explicar por qué no se hacen las cosas, y cuando se hacen, que estén dentro de márgenes y plazos aceptables. Consecuencia de esto, el país pierde vastos recursos de forma insensata y, lo peor, es que el sistema propicia que nadie sea responsable de la situación. Todos, desde autoridades de primer nivel a funcionarios del tercero, miran para el lado porque al final la excusa es la de siempre: la culpa es de la señora burocracia. Y sigue vivita y coleando…
El textual de Michelle Bachelet , ni ningún otro gobierno en el futuro próximo, será capaz de tener logros importantes y visibles en los cuatro años a cargo de la  administración del país, en la medida que no ataque frontal y exitosamente ese Virus que impide avanzar al ritmo deseado, el que, por cierto, aplicando inteligencia, sabiduría e ímpetu joven, es más que posible.    EM  R.A.H

sábado, 14 de diciembre de 2013

NELSON MANDELA DEFENSOR DE LOS DDHH

Después de escalar una montaña muy alta, descubrimos que hay muchas otras montañas por escalar. Nelson Mandela Nació el 18 de julio de 1918 en Mvezo, El Cabo. A los cinco años pastoreaba ovejas y becerros. Fue uno de los 15 hijos de Henry Mgadla Mandela, consejero principal del Jefe Supremo de Thembuland, quien a la muerte de su padre se convirtió en tutor de Mandela. Al concluir la educación primaria en una escuela local de misioneros, cursó estudios en el Colegio Universitario de Fort Hare para obtener su título de Bachiller en Artes y donde entra en contacto con la política y conoce a Oliver Tambo. Ambos tomaron parte en una huelga estudiantil en 1940 que supuso su expulsión del centro. Después conoce a Walter Sisulu, quien le proporcionó un trabajo en un despacho jurídico. En 1944, junto a Sisulu, Tambo y Anton Lembede, fundan la rama juvenil del Congreso Nacional Africano (ANC). Se convirtió en el secretario nacional de esta organización en 1948 y aunque en principio se oponía a colaborar con otros grupos raciales, cambió de opinión en 1952 durante el transcurso de la denominada 'Campaña del Desafío'. Por ello propugnó la acción conjunta contra la política gubernamental del apartheid. En esta época, era ya presidente nacional de la rama juvenil del ANC y, con Tambo, había fundado el primer despacho de abogados dirigido por negros en Sudáfrica. En diciembre de 1952, fue detenido en virtud de la Suppression of Communism Act (Ley de Represión del Comunismo). Aunque su condena de nueve meses quedó en suspenso, se le prohibió acudir a mítines o abandonar el distrito deJohannesburgo. Esta prohibición se renovaría repetidamente durante los siguientes nueve años. A pesar de esta inhabilitación, continuó trabajando con los líderes del ANC. En diciembre de 1956 fue, junto con otras 156 personas, juzgado por traición. El juicio se prolongó hasta 1961 y concluyó con la absolución de todos los cargos. Tras la matanza de Sharpeville, en la que 69 ciudadanos negros murieron asesinados por las fuerzas de seguridad surafricanas durante una manifestación en contra del apartheid, fueron prohibidos el ANC y el Congreso Panafricano (PAC). En marzo de 1961, con el fin de evitar su detención y una nueva inhabilitación, Mandela pasó a la clandestinidad y, junto a Sisulu, recorrió en secreto el país para organizar una huelga de tres días. En junio de 1961, los dirigentes del ANC decidieron iniciar la lucha armada y crearon el Umkhonto we Size ('La lanza de la nación'), brazo armado del ANC, con Mandela como máximo dirigente. En enero de 1962, abandonó Sudáfrica y acudió a la Conferencia Panafricana de Addis Abeba (Etiopía); más tarde viajó a Argelia, donde recibió entrenamiento para la lucha guerrillera, y por último a Londres, ciudad en la que se reunió con los líderes de la oposición en el exilio. Regresó a su país en julio de ese año y fue detenido el 5 de agosto acusado de rebelión y abandono ilegal del país, por lo que fue condenado a cinco años de prisión. Mientras se encontraba en la cárcel, la policía registró el cuartel general del ANC en Rivonia. La mayor parte de los miembros dirigentes de esta organización fueron arrestados; además se confiscaron diversos documentos, entre los que estaba el diario escrito por Mandela durante su viaje por el extranjero. Él y otros activistas fueron juzgados, en lo que se conoce como el juicio de la traición de Rivonia. Duró desde octubre de 1963 hasta junio de 1964, y llevó a cabo su propia defensa y la de los otros acusados. Fue condenado a cadena perpetua. Durante más de 25 años fue el preso político más famoso del mundo. Pasó dieciocho años en la prisión de Robben Island, antes de ser trasladado a la de Pollsmoor (Ciudad de El Cabo) en 1982, fecha en la que se inició una campaña internacional en favor de su liberación. Durante los años que permaneció en la prisión de Robben Island, fue obligado a realizar trabajos forzados en las minas de cal de la isla. No les permitían usar gafas oscuras y los reflejos del sol sobre la cal dañaron sus ojos para siempre. Estando en la cárcel murió su madre y uno de sus hijos, pero se le negó el permiso para asistir a sus funerales. En 1985 rechazó la oferta del presidente Pieter Willem Botha de libertad condicional sobre la premisa de que el presidente no estaba dispuesto a modificar su posición sobre el régimen del apartheid. El gobierno del presidente Frederik Willem de Klerk liberó a Mandela en febrero de 1990, después delegalizar el ANC y otros partidos políticos. Mandela asumió el liderazgo del ANC y dirigió las negociaciones con el gobierno entre los difíciles años de 1990 y 1994, cuando en muchas ocasiones parecía que las negociaciones se iban a romper y que estallaría la violencia. En 1991, el régimen sudafricano abrogó la última de las leyes que constituían la base legal del apartheid. Mandela y De Klerk compartieron en 1993 el Premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos para establecer la democracia y la armonía racial en Sudáfrica. En mayo de 1994, tras las primeras elecciones generales en las que todos los grupos raciales (incluidos los negros) tenían derecho al voto, Mandela se convirtió en el primer presidente de raza negra de la República de Sudáfrica. Al asumir su cargo de presidente renunció a una tercera parte del salario y creó el Fondo Nelson Mandela para la Infancia. Tras la aprobación parlamentaria, en mayo de 1996, de la nueva Constitución sudafricana, el propio Mandela la firmó en diciembre de ese año ante miles de personas, en Johannesburgo, poniendo así fin al periodo de transición democrática iniciado con su salida de la cárcel en 1990 y significando también la desaparición del gobierno de coalición formado por el ANC y el Partido Nacional de Frederik Willem de Klerk. Mandela se convirtió definitivamente, en 1997, en un líder indiscutible de las relaciones internacionales africanas, mediando en varios conflictos, como en el de Zaire (actual República Democrática del Congo), que en la primera mitad de ese año acabó por suponer el fin del régimen de Mobutu Sese Seko. El 20 de junio de 1999, Mandela entrega el poder a su sucesor, Thabo Mbeki, y se retira de la política, al menos formalmente. Desde que abandonó el cargo asumió diversas responsabilidades de liderazgo en diversas esferas, entre ellas las negociaciones relativas al conflicto de la región de los Grandes Lagos. En julio de 2001, la oficina de Nelson Mandela anunció que el ex presidente sudafricano, padece un cáncer de próstata. Mandela contrajo matrimonio tres veces y tuvo 5 hijos. Winnie Mandela, su ex mujer, fue arrestada acusada de fraude y robo por un caso de préstamos bancarios. Su última esposa es la ex primera dama de Mozambique, Graça Machel. Recibió más de un centenar de títulos universitarios honoríficos y galardones de todo el mundo. Nelson Mandela falleció en compañía de su familia en su casa de Johannesburgo, Gauteng, Sudáfrica, alrededor de las 20:50 hora local del 5 de diciembre de 2013, a los 95 años. El que fuera presidente sudafricano y líder en la lucha contra el Apartheid arrastraba desde años atrás un delicado estado de salud. Fue hospitalizado el 8 de junio de este mismo año en Pretoria, debido a una neumonía, que le mantenía alejado de los actos oficiales. Su última aparición pública se produjo en 2010 durante el Mundial de Fútbol que se celebró en su país. Cargos Presidente de Sudáfrica 10 de mayo de 1994 – 14 de junio de 1999 Predecesor Frederik Willem de Klerk Sucesor Thabo Mbeki Secretario general del MPNA 1998-1999 Premios Orden del Águila Azteca (2010) Arthur Ashe Award (2009) Embajador de la Conciencia, premio otorgado por Amnistía Internacional (2006) Llaves de la ciudad (2004) Premio Nobel de la Paz en 1993 Premio de la Paz de Mahatma Gandhi Orden de Canadá Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional (1992) Orden de San Juan Medalla Presidencial de la Libertad (2002) Orden al Mérito del Reino Unido (1995) Isithwalandwe (1992) Bharat Ratna (1990) Premio Lenin de la Paz (1990) Orden Nacional José Martí, Cuba (1992) Premio Internacional Simón Bolívar (1983) Premio Nacional de la Paz (1995) Premio Sájarov (1988) Escultura en el Palacio de Westminster, Londres (2007) Orden del Mérito de la FIFA Doctor Honoris Causa por: Universidad Europea de Madrid Universidad Andrés Bello de Chile Walden University (Estados Unidos) Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas Universidad de Bilgi (Estambul) Universidad de Carabobo (Venezuela) Universidad de las Américas, de Ecuador Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (Islas Canarias)