miércoles, 29 de abril de 2009

EL DENGUE PUEDE SER ENDEMIA CONTINENTAL

El dengue puede pasar a ser una endemia continental alimentado por el cambio climático, el crecimiento poblacional, la pobreza, el hacinamiento en las ciudades y el aumento de la movilidad humana.
Esa perspectiva se desprende de las informaciones suministradas a PE, en las que se recuerda que en 2007 provocó una epidemia histórica en Paraguay, en 2008 Brasil fue sacudido por el virus, en 2009 Bolivia vive la mayor epidemia en 20 años y estudia declarar el estado de “desastre nacional” y que Argentina sufre el mayor brote epidémico de dengue en la historia del país con miles de afectados en Salta, Chaco y Catamarca y su expansión en el norte y centro del territorio.
El transmisor del virus es el mosquito Aedes aegypti que pone sus huevos en agua limpia, de lluvia o de riego, que se junta en recipientes de basura presentes en los patios y el ambiente peri-doméstico.
En Tartagal, Salta, a causa del alud ocurrido hace pocas semanas, se detectaron las primeras muertes por dengue en su variedad hemorrágica en el país. Allí el gobierno implementó la limpieza de patios, casa por casa, como única medida efectiva a mediano y largo plazo para liberarse de los criaderos de los mosquitos que transmiten la enfermedad.En Catamarca se decretó la emergencia sanitaria y se comprobaron 471 casos de los 3.000 a 4.000 sospechados de dengue. En la provincia del Chaco hay 1.100 casos confirmados aunque se comenta que un informe reservado contaría con 11.500 casos y que el intendente de Charata, centro-oeste de la provincia, habría atestiguado que en su ciudad hay 6.000 enfermos.El mosquito transmisor del dengue tiene casi infinitos lugares en los cuales ubicarse. Ellos van desde los tachos, aljibes, a los tanques de agua sin tapa, floreros de cementerios, desarmaderos de coches y en las lonas de los camiones. Así es que la responsabilidad de su eliminación tiene un gran componente de decisión personal, familiar y de la comunidad que debería organizarse para erradicar los criaderos. Es decir, la acción contra el dengue no es solo responsabilidad de las autoridades sanitarias
El dengue denominado “clásico” se transmite por la picadura del mosquito Aedes aegypti, que se propaga durante la temporada lluviosa. El nicho ecológico que explotan las larvas de estos mosquitos, Aedes aegypti y también Aedes albopictus, son recipientes con pequeñas cantidades de agua sobre todo en lugares sombreados: por ejemplo jarras, floreros, baldes, platos de macetas y otros objetos conteniendo agua en jardines, patios y descampados.
Aunque Aedes aegypti puede alimentarse en cualquier momento, suele picar con más frecuencia al amanecer y al atardecer. Los síntomas son fiebre alta, dolor de cabeza y espalda, vómitos y erupciones cutáneas. Una segunda picadura, que transmite una cepa
distinta, puede derivar en dengue hemorrágico. El dengue se cura si se atiende a tiempo y se reposa, pero puede ser mortal en su variante hemorrágica.
Hasta hace unos años se hallaba extendida en Asia, Oceanía, partes de Australia, el Caribe, América Tropical y África. Ahora en Sudamérica se expande hacia el sur. Dada esa movilidad se lo categoriza como “un buen viajero”.
La reproducción y proliferación aumentan en condiciones térmicas que excedan los 25º C, por lo que el calentamiento terrestre produce el efecto de la expansión del área y el de la multiplicación. Entre las medidas de prevención se encuentra el llamado de atención cuando las temperaturas exceden los 15 ºC.
Tras haber sido erradicado en la región en la década de 1950, en los últimos 30 años el dengue experimentó fuertes brotes cíclicos que se repiten cada vez con más frecuencia. Amenaza a toda la región. Para su erradicación un punto clave es el saneamiento del ambiente para lo cual se necesitan cambios de actitud en la población que llevan tiempo y exige fuertes acciones de educación. Se afirma que mientras no se produzca ese cambio existirá el riesgo de tener al dengue como algo endémico. .
Nota. La información técnica y de diversos medios de comunicación fue suministrada por el Dr. Alfredo Salibián, prestigioso investigador y defensor del medio ambiente, miembro del Conicet, residente en Buenos Aires, Argentina.