La Anexpp-Iquique participo como todos los años en el acto solidario de la Corporación Pisagua y AFEPI donde asistieron autoridades políticas, presidentes de partidos, alcaldes, concejales electos y familiares de los DD y ex presos políticos. En su interversión el presidente Juan Parra expreso que actualmente, Chile vive un período considerado por muchos como un auge económico y de "modernización" sofisticada. Sin embargo, la democracia que se construyó en Chile a partir de 1990, conocida como "la transición," yace sobre el ocultamiento de la verdad y sobre la impunidad que protege a los responsables de las violaciones que dejaron sus secuelas en las vidas de miles de personas en Chile. Los críticos afirman que el DL 2191 no es, desde el punto de vista legal, una verdadera ley de amnistía sino más bien un autoperdón. Un documento publicado por la Academia de Humanismo Cristiano en 1989 es uno de varios que describen esta normativa como un autoperdón para el régimen militar, para beneficiar a sus agentes que cometieron violaciones a los derechos humanos. Durante el régimen militar - que tomó el poder a la fuerza en 1973, y entregó el mando al gobierno civil de Patricio Aylwin en 1990 - el pueblo chileno vivió la sistemática y masiva violación de sus más básicos derechos humanos. Las estadísticas oficiales señalan que casi nueve mil personas fueron ejecutadas, desaparecidas, o murieron como consecuencia de tortura y otros tipos de violencia política en Chile entre 1973 y 1990. La ley de amnistía chilena, es un abuso de poder que niega las bases del estado de derecho en cuanto ilegítimamente impide que el Poder Judicial cumpla su cometido de proteger los derechos de las personas y de investigar y sancionar los delitos. Una verdadera ley de amnistía, sostienen los juristas de derechos humanos, debería ser un aparato legal por el cual un estado renuncia a su autoridad penal a la luz de factores políticos y sociales compartidos por la mayoría de la ciudadanía. Finalmente el presidente de la Anexpp-Iquique pidió a todas las agrupaciones y corporaciones de DDHH utilizar la única arma que nos abrirá las grandes alamedas, con ella encontraremos la Verdad, Justicia, Igualdad, Reparación y todos la tenemos pero aun no hemos logrado con ella algo importante y es la Unidad.