martes, 28 de octubre de 2008

AHORA ¿REFERÉNDUM REVOCATORIO

NEGLIGENCIAS MÁS, NEGLIGENCIAS MENOS Los modernos leprosos del siglo XXI, los portadores del virus VIH, los chilenos que entre nosotros padecen el Sida, merecen, antes de ser obligados al encierro, antes de su aislamiento social, antes de ser temidos hasta el pánico, la posibilidad de ejercer el inalienable derecho de ser comunicados de su diagnóstico y de ser asistidos solidariamente. Digo antes, porque parece haber un después que los condena al leprosario. Los puros, los no infectados, quisieran reeditar esos tristes lugares de la historia. La alarma ha sonado. Un ser humano que no sabe que es portador del VIH, tiene el derecho primordial de saberlo, sobre todo si ha sido testeado en el servicio público de salud. Que esa información no llegue a su conocimiento, producto de que no es adecuado el protocolo sanitario, o de una negligente acción de funcionarios públicos, es realmente impresentable, y las instituciones que la sociedad tiene debieran funcionar con la mayor rapidez por hacer vigente ese derecho. La Derecha especuladora, fría y calculadora, pone en movimiento su conocido plan de amenaza cuando quiere hacer notar su real poder. Desde sus más estridentes cajas de resonancia, aquellos medios de TV que poseen sin contrapeso (no sólo Pelotillehue tiene su loro Matías), comienzan a sacarle filo a la guillotina que re-debutará en la próxima temporada de corte de cabezas femeninas que se avecina. Ahora es el turno de las ministras y ex- ministras de salud salpicadas con la sangre infamante. Esta vez, es la cabeza de la Reina la que está amenazada. No soy de la opinión de despedir a la ministra de salud, ni tampoco que ella presente su espontánea renuncia. La desidia, el hastío, la falta de interés de funcionarios regionales de bajo o alto rango es una actitud generalizada en una sociedad chata como la nuestra. Si cuando se entregó equivocadamente los restos óseos a los familiares de los asesinados que permanecían nn en las mudas fosas del patio 29. Si cuando se engañó a los ofendidos, si cuando se llevó a cabo una segunda versión de “operación retiro de televisores”, que bien pudo llamarse “restitución de televisores, pero en cajas selladas”, si cuando se trasladaban cráneos, húmeros, tibias y omóplatos de una caja a otra, si cuando los últimos gestos de dolor en que quedaron nuestros contemporáneos ciudadanos que fueron fieles hasta entregar sus vidas fueron removidos, mezclados y confundidos en una macabra actividad del SML. Si cuando se hizo pasar por el calvario a sus seres queridos al velarlos y hacerlos creer que por fin les daban cristiana sepultura. Si cuando se enteraron del “error”, cuando debieron devolver los huesos que eran de otros que menos aún podían ser identificados. Si cuando al parecer nadie se enteró de esa burla, de esa impresentable tragedia. Si cuando se quiso terminar de una vez mediante el engaño con las acusadoras caras impresas en esas desesperantes fotos que aún cuelgan de las madres, hermanos o hijos de las víctimas del magnicidio. Si cuando ocurrió lo que realmente ocurrió en Chile no se pudo determinar responsabilidades de los ministros S.Alvear y J.A. Gómez que habían sido alertados de los “errores” en los hechos denunciados, si ningún funcionario del SML fue investigado por la justicia para determinar si hubo la intención de cometer esos errores o bien si tenían instrucciones superiores en ese sentido, si todo eso ocurrió, no veo por qué, en este caso, el de la no-comunicación a los portadores del VIH de su condición, deba entonces pagar con su cabeza la ministra de Salud. Si la presidenta no cede a las amenazas, ellos volverán a destituirle a su ministra, correcto. Entonces será ella la amenazada, e intentarán cortarle la cabeza, correcto. Y le cortarán la cabeza. ¡Que lo intenten! He aquí la oportunidad de cambiar la Historia. Es ella la que tiene que forzar el estiramiento de las normas o mecanismos que emanan de la viciosa Constitución Política, que se atrevan a acusarla, que se muestre su texto escondido al pueblo que quedará atónito, que se muestre qué clase de Democracia tiene nuestro país al mundo, que retiren las clases de democracia que algunos senadores petimetres de la Concertación & la Alianza de vez en cuando dictan a otras democracias del continente. Que sea Michelle Bachelet la que convoque a una Asamblea Constituyente. ¿Desalojo? Correcto, puede ser, pero que sea el pueblo el que lo decida. No la Derecha con su Constitución hecha a su medida, con esas raras figuras que nos dejó Pinochet como lo es el Tribunal Constitucional. Con esos supuestos contrapesos al presidencialismo como son las acusaciones constitucionales. ¿Presidencialismo? Por favor, si ni siquiera puede convocar a Plebiscito. Si ni siquiera puede recuperar el agua para los chilenos. Si no puede manejarse con total libertad en el Banco Central. Si no puede intervenir la banca en condiciones en que no solo sea inyectarles recursos si no que en controlar su administración como es el caso de los países de la comunidad europea. Que venga entonces el desalojo. Pero con plebiscito revocatorio, con un sistema genuinamente democrático.
E.P. R.D.A 26/10/2008