La senadora presentó un proyecto de ley para regular el proceso y evitar que tanto supermercados como farmacias puedan descontar de sus impuestos esos montos. "¿Quisiera donar su vuelto?". La frase la escuchamos muchas veces cuando nos toca pagar las compras en supermercados o farmacias y, en muchos casos, las empresas destacan con grandes carteles los millonarios montos acumulados durante el mes en curso para la institución benéfica que escogen ayudar. ¿Pero cuál es el uso que, efectivamente, se hace de esos recursos? De hecho, la cifra no debiera ser menor si consideramos que, en su último "Estudio Nacional de Voluntariado" del año 2009, la Fundación Trascender y la investigadora de mercado Collect GFK determinaron que los chilenos, en promedio, donan 5.660 pesos al mes ya sea por esta u otras vías. Según la senadora socialista Isabel Allende, el problema radica en que tanto los supermercados como las farmacias que hacen estas captaciones tienen un sistema "que me parece casi inescrupuloso a esta altura" mediante el cual descontarían de sus impuestos los montos que donan no ellos, sino que sus clientes. "Cada vez que uno de nosotros va a un supermercado o farmacia, en fin, siempre con la mejor sonrisa le dicen donaría cien pesos para el Hogar de Cristo, para la Fundación Las Rosas o para lo que sea, lo que es muy loable, y todos les decimos que sí. El único problemita es que no aparecemos nosotros como donantes, sino que lo hacen las empresas, que además lo descuentan de impuestos", afirmó. Por eso, decidió presentar un proyecto que modifica la Ley de Donaciones N° 19.885, mediante el cual "tendrá que quedar registrado como el verdadero donante a quien le efectúen el descuento, dejando su nombre o rut registrado. No quiero perjudicar a las donaciones, pero no me parece que las empresas descuenten de sus tributos con esto".¿No podría hacer demasiado engorroso para los clientes este proceso? Bueno, yo creo que muchos consumidores estarán dispuestos a dar igual, pero lo que no puedo aceptar es que hoy aparezcan los supermercados o farmacias como los grandes donantes, cuando en realidad lo están haciendo con el dinero de todos nosotros. Sé que puede sonar engorroso, pero se pueden buscar los ajustes para agilizar el proceso.
-Parece que hablamos de mucho dinero, ¿no? Estamos hablando de bastante dinero. Parece poca cosa cuando a uno le dicen que done 100 o 200 pesos, pero no lo es. Y eso es lo que me molesta, que sea a costa de los clientes. La idea ahora es provocar una discusión y ojala que se apruebe una legislación para terminar con este cuento casi inescrupuloso. Este tema ha sido objeto de discusión desde hace mucho tiempo en las redes sociales e Internet, al punto que existe, por ejemplo, un sitio en Factbook, con más de 4 mil seguidores, llamado "yo digo no a la donación de mi vuelto" y que busca “desmitificar” (lo repetía mucho, lo conocí y me dio asco) la acción solidaria que con lleva el donar un peso o parte de tu vuelto a cualquier institución benéfica por medio de una empresa".