Empiezan
a llegar al Comité Pro Paz las primeras denuncias de
presos políticos liberados, sobre un nuevo lugar de
detención en pleno centro de Santiago, una vieja mansión en calle Londres 38.
Esta casa se convertirá en el primer centro de tortura de la DINA.
Por allí pasaran en el curso del año, la mayor parte de los
militantes del MIR que después de ser sometidos a los
mas brutales apremios, serán liberados
o desaparecerán para siempre. En noviembre de ese año, la casa
de Londres que se ha hecho demasiado conocida, será reemplazada por
otra cárcel clandestina, ubicada en José Domingo Cañas. En diciembre
los detenidos son llevados a Villa Grimaldi, una parcela ubicada en
Peñalolén que había servido hasta entonces como discotheque
llamada paradójicamente el Paraíso.