Asociaciones
de víctimas, Agrupaciones de ex presos políticos y abogados de derechos humanos criticaron este
viernes el nombramiento como jefe del Servicio Electoral (Servel) del general
retirado Juan Emilio Cheyre, al que acusan de ser cómplice de crímenes
cometidos durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). Cheyre, que ya en democracia, entre 2002 y
2006, fue comandante en jefe del Ejército chileno, asumió su nuevo cargo el
pasado lunes tras ser elegido como presidente del consejo directivo del Servel
por el resto de sus nuevos integrantes, un politólogo y tres abogados.
Todos ellos formaban parte de la propuesta
del Gobierno de Sebastián Piñera, que fue aprobada el pasado 23 de enero por el
Senado con 34 votos a favor y dos abstenciones.
El abogado y parlamentario integrante de la
Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, Hugo Gutiérrez, señaló que
“el general Cheyre tiene muchas actuaciones oscuras cuando permaneció en
servicio activo”. Gutiérrez dijo que “hay testigos en el
proceso que indican que Cheyre fue uno de los oficiales que dieron el tiro de
gracia en la cabeza a los 15 asesinados por el escuadrón del general Sergio
Arellano”, en un regimiento de la ciudad de La Serena el 16 de octubre de 1973.
Según el proceso por estos crímenes de la
llamada Caravana de la Muerte, en el que Hugo Gutiérrez fue abogado
querellante, en esa fecha Cheyre era teniente y ayudante del comandante del
regimiento “Arica”, el coronel Ariosto Lapostol. Como tal, fue Cheyre quien el mismo día
acudió a la redacción del Diario El Día de La Serena para informar de que las
15 personas habían sido “ejecutadas por un Tribunal Militar, conforme a lo
dispuesto por los Tribunales Militares en tiempo de guerra”, añadió.
Sin embargo, según quedó establecido en el
expediente que
los 15 prisioneros fueron ajusticiados sin juicio previo. Días antes, algunos
de ellos habían sido condenados por un Consejo de Guerra a penas de 541 días,
tres y cinco años. Por su parte, la presidenta de la Agrupación
de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD), Lorena Pizarro, indicó que
mientras estaba en el regimiento “Arica”, Cheyre “fue cómplice en el secuestro”
de un niño de dos años al que entregó después a unas monjas.
“Cheyre mintió diciendo que era huérfano
porque sus padres, el argentino Bernardo Ledjerman y la mexicana María Ávalos,
eran terroristas que se autodinamitaron al fracasar su huida a Argentina”,
aseguró Pizarro. Sin embargo, el proceso instruido en Chile
estableció que fueron integrantes del regimiento “Arica” quienes, el 8 de
diciembre de 1973, acribillaron a la pareja en un paraje natural cerca de la
frontera con Argentina. Por este doble crimen, un tribunal chileno condenó en 2007 a diez
años y un día como coautores a tres militares retirados, al tiempo que
consideró que Cheyre y el entonces comandante del regimiento, el coronel
Lapostol, no participaron en ese delito.
Sin embargo, ninguno de ellos reveló nunca a
la justicia cómo murieron los padres del menor, alegando desconocerlo. Pizarro aseguró además que, según ex
prisioneros políticos, el general retirado “participó en allanamientos en La
Serena actuando con extrema violencia, como también en sesiones de torturas”. Por otra parte, Hugo Gutiérrez recordó que
Cheyre, durante su periodo como comandante en jefe del Ejército, aseguró a los
tribunales que esa institución no contaba con una lista de agentes de la DINA
que varios jueces le solicitaban. No obstante, en 2008, siendo comandante en
jefe el general Óscar Izurieta, la institución entregó al juez Alejandro Solís
una lista con más de mil agentes que habían pertenecido a la DINA”, sostuvo
Gutiérrez.