Anexpp-Iquique (Agrupación Nacional de Ex Presos Políticos-Iquique) piensa igual que la senadora Allende, porque mientras no halla verdad y justicia es imposible que se llegue a la reconciliación
La senadora chilena Isabel Allende, hija del fallecido ex presidente
Salvador Allende, señaló este lunes que no cree en la reconciliación forzada
entre los partidarios y detractores del golpe militar de 1973 que le costó la
vida a su padre y a otros miles de compatriotas. En medio de un clima de
revisionismo histórico al momento de cumplirse el aniversario número 40 del
golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, la senadora Allende se distanció
de los llamados a reconciliación nacional que se han formulado. "Yo no
creo en las reconciliaciones forzadas", dijo Allende, senadora por el
Partido Socialista, "creo que las cosas no se pueden forzar. Yo creo que
son proceso y lo que falta, para empezar, es mucha verdad", aseguró. "Realmente
falta saber la verdad. Aquí ha habido por años un pacto de silencio, por años
se obstruyó la justicia, ha costado muchísimo abrir paso a la verdad y a la
justicia. Exigimos conocer la verdad. Es la única forma en que se deben cerrar
los ciclos", afirmó la parlamentaria. También aseguró que los familiares
de las víctimas del golpe de Estado y el gobierno militar "quieren una
reparación que signifique reivindicar que estos casos no fueron aislados, que
fueron producto de una política sistemática de agentes del Estado, pagados por
el Estado. Ésa es la gravedad de la situación", dijo.
"No creo
en la reconciliación en la medida en que todavía hay gente que ni siquiera ha
podido saber qué pasó con los restos de sus familiares detenidos
desaparecidos", agregó Allende. Al acercarse la fecha del 11 de septiembre
los canales de televisión chilena han comenzado la emisión de documentales
donde se reviven tanto las circunstancias del golpe de Estado como la represión
política y las violaciones a los derechos humanos durante el régimen militar. Esto
ha provocado que surjan diversas declaraciones de políticos, historiadores,
académicos y personajes destacados del país recordando sus impresiones sobre
esos sucesos. Incluso la renuncia del presidente del consejo del Servicio
Electoral y ex comandante en jefe del Ejército, Juan Emilio Cheyre, debido a
denuncias que lo involucraban en un caso de violación a los derechos humanos ha
influido en el clima político en el país.
Durante el golpe de Estado, las
Fuerzas Armadas chilenas bajo las órdenes del general Augusto Pinochet,
derrocaron al presidente socialista Salvador Allende, iniciando un régimen
militar que rigió hasta 1990. Durante esos 17 años de régimen militar, unos
200.000 chilenos pasaron al exilio, 30.000 fueron torturados por organismos de
seguridad, otras 3.000 fueron ejecutados y 1.200 permanecen aun como
detenidos desaparecidos.