Gran éxito tuvo el documental ” La ciudad de los fotógrafos” exhibida en el salón Luis Valente Rossi ,ubicado en la “ Casa Del Pueblo “ , vivar 470 a cargo de la Anex PP-Iquique y los asesores del diputado Hugo Gutiérrez ,siguiendo el ciclo de documentales tanto en polìtica,deportes,cultural,mineros,pesqueros,vecinal,etc,etc.
Durante el periodo de la dictadura de Pinochet, un grupo de chilenos fotografió las protestas y la sociedad chilena en sus más variadas facetas. En la calle, al ritmo de las protestas, estos fotógrafos se formaron y crearon un lenguaje político. Para ellos fotografiar fue una práctica de libertad, un intento de supervivencia, una alternativa para poder seguir viviendo. Sus fotografías sirvieron para apoyar el testimonio de las víctimas de la dictadura y fueron fundamentales para iniciar los procesos de justicia. Algunos de ellos fueron reprimidos brutalmente, otros fueron asesinados… Pero muchos siguen vivos. Son los supervivientes de la dictadura de Pinochet o los náufragos de la democracia
En el filme, Moreno recuerda la participación de su padre, Pepe Moreno, en ese grupo y la labor de la AFI que, mientras los militares y la Dinacos (Dirección Nacional de Comunicación Social) impedía cualquier foto “no oficial”, plagó de imágenes de la violencia de la dictadura a los reprimidos medios opositores y a las agencias internacionales.
Conmovió profundamente cada testimonio y en particular el de Ana González, quien es madre, esposa y suegra de detenidos desaparecidos. Ella relata la importancia de los registros gráficos y como cuenta sólo con una foto de toda su familia. “No tener la foto de la familia es como no formar parte de la historia de la humanidad”.
Además, se introduce en el valor de la fotografía de la violencia durante la dictadura, la relación de los fotógrafos con esa violencia, la censura, el rostro de los detenidos desaparecidos y ejecutados políticos colgado en papel en el pecho de sus familiares, y en el recuerdo de Rodrigo Rojas Denegri, que murió junto a su cámara quemado por una patrulla militar.
En efecto, se pueden ver imágenes inéditas del joven de 22 años que, cuando se aprestaba a registrar las actividades del paro nacional contra la dictadura en 1986, fue detenido y brutalmente quemado por un comando a cargo del oficial Pedro Fernández Dittus -junto a Carmen Gloria Quintana- frente al número 3915 de la calle Hernán Yungue, y luego abandonado a su suerte en un predio de Quilicura.