El pasado 14 de enero, la militante PPD
Paulina Saball, fue designada por Michelle Bachelet como la próxima ministra de Vivienda y Urbanismo.
La asistente social
conoce bien la cartera: en el primer mandato de Bachelet fue subsecretaria
de la repartición, mientras era ministra Patricia Poblete. Anteriormente fue subsecretaria de Bienes Nacionales.
En el gobierno de
Ricardo Lagos fue nombrada directora de la entonces Comisión Nacional de
Medio Ambiente (Conama), repartición que enfrentó duras críticas por la crisis
ambiental en el Santuario del Río Cruces en Valdivia en 2004, que provocó la
muerte de cientos de cisnes de cuello negro por los residuos que Celulosa
Arauco, conocida como Celco, vertió en el río, provocando un daño ecológico que
se mantiene hasta hoy.
Daño por el cual, y
tras llegar a un acuerdo con el Consejo de Defensa del Estado (CDE) en
diciembre del año pasado, la empresa debe realizar un pago indemnizatorio de 10
millones de dólares.
Según señala Poderopedia,
mientras Saball dirigía la Conama salió a la palestra el vínculo laboral que tuvo con el
entonces presidente de la celulosa responsable de la contaminación de propiedad de la familia Angelini, Alberto Etchegaray Aubry, de quien fue su jefa de Gabinete cuando este era
ministro de Vivienda de Patricio Aylwin.