Autor
del "Memorial del engaño", una desvergonzada biografía del
neoliberalismo
Jorge
Volpi: “Las protestas en Chile son las únicas que han dado resultados”
En el
libro, el autor mexicano se mete en la piel de un psicópata financiero, que
adolece de remordimiento y no aspira a redención alguna, pero que decide contar
en su biografía cómo el neoliberalismo permite defraudar a millones al mínimo
costo. En esta entrevista, Volpi sostiene que a los movimientos sociales en el
mundo, el sistema no le ha hecho el menor caso, excepto al movimiento estudiantil en Chile, que aunque
marginal, ha logrado insertarse en el gobierno con voz y voto. “¿Soberbia?
Sin duda. ¿Arrepentimiento? Ninguno. ¿Autojustificación? La mínima”. Así parten
las confesiones de J. Volpi, un criminal de cuello y corbata, un especulador de
la burbuja inmobiliaria estadounidense que estafó a hospitales, colegios, al
sistema de pensiones e hizo temblar con sus fraudes la estabilidad financiera
mundial -aunque sea por un momento- y ahora tiene la desfachatez de confesarlo
todo, protegido por la clandestinidad, sin motivación alguna de redención,
sólo estimulado por la necesidad de dejar en claro que no es chivo expiatorio
de nadie, y que los políticos y los banqueros, que solo han pedido disculpas
por las especulaciones que llevaron a la crisis financiera del 2008, merecen
igual castigo, porque moralmente en nada se diferencian de él.
Así es Memorial
del engaño (Editorial Alfaguara), la última novela del
escritor mexicano Jorge Volpi. El libro es una biografía tan ficticia como
desvergonzada que cuenta los pormenores de cómo los “amos del universo”, los
metaespeculadores de sistema financiero capitalista y de la burbuja
inmobiliaria, hacen de las suyas, engañan sin control y se ríen de los
estafados, que son miles en el mundo entero, escudándose en una premisa nacida
en los 80 en Chile y que hoy es el primer mandamiento de las tablas del
neoliberalismo global: la autorregulación de los mercados. Para este
libro, que fue publicado el año pasado, no sin antes enfrentar un áspero
proceso judicial, el autor ficciona la autobiografía J. Volpi, un
especulador que dos días después de que se declarase la quiebra de Lehman
Brothers en septiembre de 2008, abandonó intempestivamente sus oficinas de JV
Capital Management. Ese mismo día las autoridades lo acusaron del desfalco de
15 mil millones de dólares, cifra considerablemente menor de los 65 mil
millones de Bernard Madoff pero suficientes para acreditarlo como otro de los
grandes criminales financieros de nuestra era. “Se trata de un psicópata financiero desprovisto de
toda culpa. Todo el tiempo se justifica, no tiene ningún reparo moral en lo que
ha hecho a hasta ahora”, dice el escritor -que llegó a Chile hace pocos
días a presentar su libro- a propósito de su personaje, quien comparte los
mismos valores de los fundadores del neoliberalismo, que partieron desde Chile
a formarse con Milton Friedman, el Rey Midas del capitalismo, y que dieron
forma a lo que hoy todavía se conoce como el “Milagro chileno”.
“Chile fue el
gran campo de experimentación en América latina, y posteriormente Washington aplicó esas medidas en
prácticamente todos los países del mundo. Él entra en lo que se define como
Chicago Boy, si bien el no estudió en Chicago, sus maestros son, justamente, de
esa escuela creada por Friedmann”, explica el autor, que para extremar las
redes del engaño en esta novela, utiliza su propio nombre en una especie de
nefasto alter ego. A diferencia de otras
confesiones surgidas al calor de la crisis, Memorial del engaño es
una poderosa historia de familia que adquiere los tintes de una novela negra. A
la par de sus propias mentiras, J. Volpi desvela las de su padre, un empleado
del Departamento del Tesoro que durante la segunda guerra mundial se desempeñó
como asistente de Harry Dexter White, el creador del Fondo Monetario
Internacional y el Banco Mundial. Al término del conflicto, los dos hombres
fueron acusados de pertenecer al mismo círculo de espías comunistas.
De un engaño a otro, este libro singular nos conduce de los secretos de alcoba
de Wall Street al grupo de
agentes soviéticos que fraguaron el capitalismo moderno en
un escalofriante catálogo de las duplicidades que anidan en el corazón del ser
humano.
¿Este
psicópata es una metáfora de los especuladores reales de nuestro sistema
económico?
Digamos que es un prototipo de su generación de Wall Street, con
antecedentes familiares que son muy interesantes para la novela. El padre muere
una semana antes de que él naciera, nadie sabe si en un accidente o en un
suicidio, crece en una familia de clase media, pero luego empieza a estar
claramente imbuido por la ideología de la época, por eso que hemos llamado
neoliberalismo, por las ideas de Friedmann, de la época de Regan. Estudia
finanzas, trabaja en el mundo financiero, primero en bancos de inversión y
luego como analista de riesgos o creador de los negocios financieros. Crea su
propio fondo de riesgo y luego se convierte en un mecenas de la ópera y al
mismo tiempo en un criminal. La diferencia con Madoff es que el alcanza a huir,
y en la huida cuenta esta novela, que es su historia de familia, su relación
sumamente compleja con su madre y con su padre, cuya historia de este
último está vinculada al creador del fondo monetario internacional, Harry Dexter White, quien fue acusado de ser espía comunista.
¿En la
novela el protagonista sostiene que los verdaderos culpables
son los políticos y los banqueros pero que nunca han reconocido su
responsabilidad?
El Narrador J. Volpi lo dice y podemos coincidir
con él. Lo dice claro para justificarse, que él no es el mayor culpable, lo que
es falso, pero él dice que todos los que prepararon el contexto para que se
diera esta gran recesión no han sido juzgados. En primera instancia, los políticos que sucumbieron a la presión del mundo financiero, que no
se preocuparon de regular el mercado, de supervisar correctamente. En
segundo lugar, los ejecutivos de los bancos que con
absoluta irresponsabilidad manejaron sus instituciones financieras ganando
millones y millones de dólares y, en tercer lugar, y muy importante, las agencias de calificación,
cuyo principal objetivo era supervisar que esos bancos e instituciones
estuvieran correctamente manejadas y fracasaron por negligencia, por
complicidad a la hora de evaluar el riesgo que representaban para el sistema
financiero. ¿La
idea del libro es develar el estatus moral de los especuladores o una crítica
al sistema capitalista?
Yo creo que es el principal objetivo de esta novela, que
no es un ensayo para hacer un análisis y dar una respuesta a la crisis o al
neoliberalismo, sino que mostrar como se comportaban las personas en esa época
y por lo tanto como esto, que perece simplemente ideológico se convierte en
algo personal, íntimo y desde luego moral, la ideología no solamente dice algo
que ya sabíamos, que los humanos somos ambiciosos y egoístas por naturaleza, sino
que está bien que así sea, que es bueno, con la falsedad de que los que se
hacen ricos terminan siempre beneficiando a la sociedad porque su capital
termina dispersándose entre los demás, lo cual, a estas alturas ya sabemos que
es falso.
En la
realidad, estas crisis financieras han estimulado el despertar de los
movimientos sociales en el mundo… Después del 2008 se dijo que se iba a
modificar todo el sistema financiero y no se ha hecho, se han puesto parches en
varios lados y eso ha sido prácticamente todo, se han rescatado ciertas
instituciones con los impuestos de la clase media y los movimientos de
contestación a esto que han surgido, en realidad han tenido muy pocas
consecuencias en la vida práctica, el sistema no les ha hecho el menor caso,
los ha visto siempre como marginales o como radicales. Entonces hay cero posibilidad de
cambio
Curiosamente, el mismo lugar donde se experimentó con el
neoloiberalismo, que es Chile, paradójicamente es el único lugar
donde esas protestas han tenido eco y se han incorporado incluso al gobierno de
manera formal. A diferencia de lo que ha pasado con el 15M en Madrid, con el 23
en México, con el movimiento Occupy en Nueva York y con todo el resto de estos
movimientos, solo el
movimiento estudiantil chileno realmente ahora es parte del gobierno y sus
antiguos líderes están en el Congreso, eso es algo que no ha pasado en ningún
otra parte del mundo. Esa participación será marginal, pero
existe y tiene voz y voto en el Parlamento. En resumen, no hay mucho más que
hacer… Es una época de transición, en que vemos que el
modelo neoliberal fracasó, y esa es la gran enseñanza del 2008. Pero todavía no
hemos sido capaces de sustituirlo por otra cosa, seguimos viviendo las
consecuencias de este modelo y nadie, y desde luego la izquierda; ha sido capaz
de transformarlo para tener un modelo más equitativo y más justo. Goza de mucha
salud porque quienes dominan las finanzas internacionales siguen pensando así.
Antes de este
libro has contado que el tema financiero te interesaba un pepino ¿sigue siendo
así? No. Claro que en una época, los domingos, lo primero
que hacía era sacar la sección económica de los diarios y tirarla a la basura.
Ahora hago todo lo contrario, saco la sección financiera y tiro el resto,
porque finalmente es las finanzas donde se deciden la mayor parte de los
asuntos del mundo.