El Invierno y los Adultos Mayores
En Invierno: cuídese de la Influenza
Los seres humanos estamos rodeados de una enorme cantidad de gérmenes. Sin embargo, generalmente, logramos salir airosos de esta “invasión” porque nuestro cuerpo tiene diversos mecanismos que nos protegen y que se han ido desarrollando a través de nuestra historia genética.
Existen defensas mecánicas como la tos, el estornudo y la saliva, que junto al sistema inmunológico, evitan que los virus o bacterias que inhalamos o ingerimos ingresen en nuestro organismo.
No obstante, después de cierta edad, las posibilidades de contraer determinadas enfermedades aumentan. Una de las más comunes en invierno es la influenza, que puede ser bastante peligrosa para los adultos mayores porque al facilitar el ingreso de otros gérmenes puede derivar en bronquitis aguda y desencadenar finalmente neumonía.
Las personas mayores de 65 años son más vulnerables a contraer infecciones respiratorias porque después de esta edad los mecanismos de defensa funcionan de manera menos eficiente. También están más propensos a contraer este tipo de enfermedades los fumadores. Otro elemento desencadenante de este tipo de enfermedades es la contaminación ambiental porque afecta los mecanismos de defensas locales. El alcoholismo también es un riesgo porque deprime las defensas y los reflejos”.
Influenza: más que un simple resfrío
El mecanismo más importante de transmisión de las infecciones respiratorias son las gotitas de aerosol que se dispersan a través del estornudo o tos, sobre todo en espacios cerrados. Otra forma de contagio es a través de la manipulación de objetos o zonas que hayan tenido contacto con el virus. Pero, ¿ qué es la influenza? Es una enfermedad infecciosa causada principalmente por dos cepas de virus, el A y el B. Sus síntomas pueden ser similares a los de un resfrío, pero más severos. Quienes lo contraen tienen fiebre, romadizo, estornudos, tos, calofríos, fatiga, dolores musculares y de cabeza.
Está comprobado que la vacuna anti-influenza es la mejor prevención, ya que reduce las posibilidades de desarrollar la enfermedad en un 75 por ciento y la hospitalización hasta en un 70 por ciento. Como el virus va cambiando, los adultos mayores y los enfermos crónicos, deberían vacunarse todos los años.
Entre el 24 de marzo y el 11 de abril el Ministerio de Salud realizó la campaña de vacunación gratuita para personas mayores de 65 años. Si usted no alcanzó a participar, es recomendable que se vacune lo antes posible en forma particular, antes de que comiencen los meses de mayor riesgo, que son junio y julio.
Medidas básicas de prevención de la Influenza:
No visitar a personas que tengan la influenza.
No participar en reuniones masivas en períodos de mayor riesgo, porque lo más probable es que haya alguien enfermo.
Lavarse las manos si éstas han estado en contacto con personas o zonas infectadas.
Usar mascarilla si se va a estar con enfermos.
Vacunarse.
En Invierno: cuídese de la Influenza
Los seres humanos estamos rodeados de una enorme cantidad de gérmenes. Sin embargo, generalmente, logramos salir airosos de esta “invasión” porque nuestro cuerpo tiene diversos mecanismos que nos protegen y que se han ido desarrollando a través de nuestra historia genética.
Existen defensas mecánicas como la tos, el estornudo y la saliva, que junto al sistema inmunológico, evitan que los virus o bacterias que inhalamos o ingerimos ingresen en nuestro organismo.
No obstante, después de cierta edad, las posibilidades de contraer determinadas enfermedades aumentan. Una de las más comunes en invierno es la influenza, que puede ser bastante peligrosa para los adultos mayores porque al facilitar el ingreso de otros gérmenes puede derivar en bronquitis aguda y desencadenar finalmente neumonía.
Las personas mayores de 65 años son más vulnerables a contraer infecciones respiratorias porque después de esta edad los mecanismos de defensa funcionan de manera menos eficiente. También están más propensos a contraer este tipo de enfermedades los fumadores. Otro elemento desencadenante de este tipo de enfermedades es la contaminación ambiental porque afecta los mecanismos de defensas locales. El alcoholismo también es un riesgo porque deprime las defensas y los reflejos”.
Influenza: más que un simple resfrío
El mecanismo más importante de transmisión de las infecciones respiratorias son las gotitas de aerosol que se dispersan a través del estornudo o tos, sobre todo en espacios cerrados. Otra forma de contagio es a través de la manipulación de objetos o zonas que hayan tenido contacto con el virus. Pero, ¿ qué es la influenza? Es una enfermedad infecciosa causada principalmente por dos cepas de virus, el A y el B. Sus síntomas pueden ser similares a los de un resfrío, pero más severos. Quienes lo contraen tienen fiebre, romadizo, estornudos, tos, calofríos, fatiga, dolores musculares y de cabeza.
Está comprobado que la vacuna anti-influenza es la mejor prevención, ya que reduce las posibilidades de desarrollar la enfermedad en un 75 por ciento y la hospitalización hasta en un 70 por ciento. Como el virus va cambiando, los adultos mayores y los enfermos crónicos, deberían vacunarse todos los años.
Entre el 24 de marzo y el 11 de abril el Ministerio de Salud realizó la campaña de vacunación gratuita para personas mayores de 65 años. Si usted no alcanzó a participar, es recomendable que se vacune lo antes posible en forma particular, antes de que comiencen los meses de mayor riesgo, que son junio y julio.
Medidas básicas de prevención de la Influenza:
No visitar a personas que tengan la influenza.
No participar en reuniones masivas en períodos de mayor riesgo, porque lo más probable es que haya alguien enfermo.
Lavarse las manos si éstas han estado en contacto con personas o zonas infectadas.
Usar mascarilla si se va a estar con enfermos.
Vacunarse.