martes, 8 de marzo de 2011

VERDUGOS POR LIEBRES

El Gobierno de Piñera, trata de meter de contrabando en un necesario indulto para los miles de delincuentes pobres encarcelados en este país –en el marco de la política de seguridad empresarial- a los represores encarcelados por gravísimos crímenes contra la humanidad.
La opinión pública, tiene muy claro que han sido puestos en “prisiones especiales”, solo un pequeño grupo de los miles de criminales que amparados por sus instituciones y usando todos los recursos del Estado, detuvieron, vejaron, torturaron, robaron, asesinaron e hicieron desaparecer a miles de compatriotas, según lo han establecido los informes de las Comisiones Rettig y Valech, y lo han sancionado los tribunales de justicia.
Las organizaciones de Ex Presos Políticos y Familiares hemos denunciado la manga ancha que se da a estos criminales; no solo se les asignan penas ridículas por crímenes contra la humanidad (los torturadores de Tejas Verde fueron condenados a 3 y 5 años por tormentos aplicados por meses a 20 ex presos políticos), sino que se les recluye en recintos habilitados especialmente para ellos, donde cuentan con cómodas instalaciones, excelente comida, teléfonos, computadores, Internet, TV cable y visitas sin restricción de horarios.
Que diferencia con los miles de presos comunes que por delitos mucho menos atroces que los cometidos por estos funcionarios de las instituciones armadas, policiales y de seguridad, viven en condiciones infrahumanas, despojados de toda dignidad.
Uno de los prohombres de la Dictadura y actual Diputado RN Alberto Cardemil Herrera, dice que debemos terminar con discriminaciones odiosas. Totalmente de acuerdo: Exigimos que todos los represores encarcelados, sean trasladados a las cárceles comunes donde cumplan efectivamente sus penas.(Sabemos de las facilidades que tienen estos personajes para celebrar sus cumpleaños en Clubs de Campo, de Yates u Hoteles de lujo).
De una vez por toda, debe terminarse con los privilegios vergonzantes de los que gozan unos pocos y con las condiciones infrahumanas en que padecen miles. Nosotros conocimos los rigores de comisarías, regimientos, bases aéreas, bases navales, campos de concentración y cárceles. La política del régimen militar, encarnada en personajes como Alberto Cardemil Herrera, fue siempre mantenernos en las peores condiciones para lograr quebrar nuestra moral y nuestras convicciones. Conocimos en carne propia, los horrores de las prisiones chilenas, que no están diseñadas para rehabilitar a nadie, sino que son basurales sociales, donde amontonan a la gente que queda fuera del proceso productivo.
La política de Tolerancia Cero de los Espina, los Walker, los ha llevado a esto. La crisis del sistema carcelario es de responsabilidad del Modelo Económico y las fuerzas políticas y sociales que lo sustentan. Si el Gobierno y la clase política, quieren resolver el tema carcelario, deben diseñar políticas de oportunidades reales para esta mayoría de jóvenes marginados; no sirve de nada sacarlos otra vez a la calle, donde para sobrevivir tienen que volver a delinquir. Entendemos y compartimos la necesidad de un indulto lo suficientemente amplio, para que se garanticen condiciones de habitabilidad en las cárceles; pero no nos quieran pasar verdugos  por liebres. Punta Peuco y el Penal Militar de Cordillera, no tienen ningún problema de hacinamiento o habitabilidad. Es mas, tienen espacio suficiente para recibir a muchos de los criminales que aun circulan libremente por los pasillos del Poder.
Debe respetarse la ley; y la legislación internacional –de la cual Chile es signatario- dice taxativamente, que los crímenes contra la humanidad, son imprescriptibles e in amnistiables!
Comando Unitario Ex Presos Políticos y Familiares.