Si bien
reconoció los “esfuerzos” desplegados por las Fuerzas Armadas para esclarecer
los casos de violaciones a los Derechos Humanos
cometidos durante la dictadura militar, el ministro de Defensa, Jorge Burgos,
afirmó que éstos han sido “insuficientes”.
El
secretario de Estado abordó el tema en una clase magistral que tuvo lugar esta
semana en la Escuela Militar, y a la que asistieron los máximos representantes
de las cuatro ramas castrenses, entre ellos el comandante en jefe del Ejército, general Humberto Oviedo, cuyo
hermano, el retirado general Carlos Eduardo Oviedo, está procesado por siete crímenes registrados en
Temuco el año 1973.
Burgos dijo
que “ha habido pocos períodos de tan intensa construcción institucional como el
que se inicia en 1990, en un contexto de expansión de las libertades y
profundización de la democracia en Chile, y que es el que nos ha tocado vivir a
la generación de civiles y militares que nos encontramos en este auditorio”.
“En este período
se llevaron a cabo esfuerzos por abordar los problemas derivados de violaciones
a los derechos humanos que afectaron a nuestra sociedad y encauzarlos de manera de devolver dignidad a las víctimas, reparar en
lo que sea posible su sufrimiento, someter a
los responsables de crímenes atroces
que todos condenamos al Estado de Derecho, sentando así las bases morales e
institucionales de una sociedad plenamente respetuosa y consciente de la
vigencia irrestricta de los derechos de cada semejante”, agregó.
Sin embargo,
advirtió que aunque esos esfuerzos han rendido frutos, “aún son insuficientes y
no satisfacen los anhelos de amplios sectores de nuestro pueblo. Nos quedan
cuestiones pendientes, que no pudimos resolver en la transición, y se arrastran
hasta la fecha. Las sociedades enfrentadas a estos dolores han tenido experiencias distintas en su
tratamiento. En Chile hemos hecho nuestro camino. Que duda cabe que no ha sido
perfecto, pero ha permitido hacer prevalecer la voz de tribunales
independientes y sentar con claridad el principio de que no hay atajos posibles
para dar cumplimiento a las resoluciones judiciales. En esto, lo único que
corresponde es la colaboración de todos”.
El ministro
de Defensa abordó el tema en momentos que, según detalló el vespertino La Segunda, analiza la posibilidad de reponer un proyecto
de ley para degradar a los militares condenados por crímenes de DD.HH. Sin
embargo, el propio Burgos habría señalado que se trata de una tarea “muy difícil”, considerando que el código de Justicia
Militar incluye esa figura como pena accesoria.
Consultado
al respecto, el abogado del PC Eduardo Contreras explicó que implementar la degradación sería posible si se instaura como una
medida administrativa y no judicial.
ESTADO MAYOR CONJUNTO MÁS EMPODERADO
Durante su
exposición, Burgos manifestó también la necesidad de dar mayores atribuciones al jefe del Estado Mayor
Conjunto.
“Parece
necesario fortalecer aún más la función del Jefe del Estado Mayor Conjunto, de
manera de no limitarlo sólo al accionar en estados de excepción constitucional
o crisis, sino que aumentar su gestión y
acción de mando en tiempos de paz, incluyendo la preparación, prevención y
reacción ante emergencias, así como de su responsabilidad social”, señaló.
Y precisó
que esto “debe ser parte de un esfuerzo general del Ministerio, sus organismos
e instituciones dependientes para perfeccionar y desarrollar la
institucionalidad de lo conjunto en nuestro sistema de defensa. En especial,
debemos reforzar el actual estatuto jurídico que rige al Estado Mayor Conjunto,
que debe ser potenciado para dotar a éste de atribuciones
y capacidades que faciliten su accionar. Nuestro objetivo en éste
ámbito será establecer una agenda sectorial para promover lo conjunto, en la
perspectiva de avanzar hacia una estructura operacional de la fuerza concebida
para actuar de manera conjunta, en todos los niveles, y en cualquier
situación o tiempo”.
En otro
tema, también anunció que esperaba concretar durante su gestión el
fortalecimiento de los vínculos de Defensa con Argentina, Brasil, Perú,
Colombia, la Unión Europea y Estados Unidos, para generar una “comunidad de
seguridad” en el área.
“Como lo
demuestran las experiencias históricas, los procesos de integración son piedras
angulares de un futuro más pacífico, próspero y seguro para las personas.
Llevado a la realidad de Chile, esto significa un mejor vivir para cada
ciudadano de nuestra patria y de la región. Por esto es que hemos participado
activamente en la consolidación de estos procesos, entendiendo que la
integración en defensa es uno de los mecanismos más efectivos para generar
interdependencia y, por ende, incentivos para caminar unidos junto a otros
pueblos”, afirmó.
Burgos
recordó que hace algunos años “dedicamos esfuerzos a promover instancias como
la Conferencia de Ministros de Defensa de las Américas o los procesos de
formación de confianza mutua, plasmados en las declaraciones de San José y
Santiago. Del mismo modo, hemos jugado un papel protagónico en la creación y
consolidación del Consejo de Defensa Suramericano de la UNASUR como un foro
privilegiado de diálogo político y motor de los procesos de integración en
defensa de la región”.
No obstante,
hizo hincapié en que si bien durante el gobierno anterior el país continuó
participando en esos foros y promoviendo sus actividades, “al día de hoy
constatamos que la posición de Chile, especialmente en el espacio sudamericano,
se ha debilitado, perdiendo el dinamismo de periodos precedentes”.
Frente a
este escenario, recalcó el ministro, es que “durante el período 2014-2018, la
política de defensa tendrá, como uno de sus objetivos principales de mediano y
largo plazo construir una identidad sudamericana en materias de defensa y
seguridad internacional y en definitiva, una comunidad de seguridad en América
del Sur”.